15 nov 2011

PRIMERA MUJER En la Marina de Colombia

En Colombia el papel que las mujeres han desempeñado en la lucha contra la guerra ha sido incalculable: desde las esposas abnegadas que esperan a sus hombres en casa mientras ellos salen a combatir, hasta las grandes pensadoras que día a día proponen soluciones y trabajan con el único fin de destruir el juego absurdo que el mismo hombre invento: la guerra. Existen también las madres, quienes incansablemente con fe siempre esperan la llegada de sus hijos; y las trabajadoras que rodean su vida de labores, retos y compromisos que asumen con inteligencia y éxito.
Todos los roles en la lucha para ganar la guerra las mujeres los ha tenido, pero desde 1997 la Armada Nacional abrió una nueva puerta para ellas. A partir de ese momento en las filas de Cadetes ingresaron mujeres para continuar los mismos parámetros de formación profesional que el actual Cadete Naval tiene.

Ahora, después de cinco años, después de que 13 mujeres de línea se han graduado como Tenientes de Corbeta, la Armada y su Escuela Naval de Cadetes fortalece aún más los logros que se han adquirido a través de la formación, escogiendo por primera vez a una mujer como Brigadier Mayor de Batallón. La historia ha sido cambiada, una mujer se destaca de una manera integral, logrando alcanzar el mando y el distintivo de los “4 chulos” que la distinguen como la Guardiamarina de mayor antigüedad ante todos sus compañeros, una distinción que se hace al alumno que se destaca por su excelencia académica, física y militar.

Por primera vez en la historia de la Marina Colombiana, una mujer de 21 años que se destaca, lucha y estudia, práctica voleibol y pentatlón obtiene el titulo máximo del Batallón de Cadetes: Brigadier Mayor. Ella es Edelyne Paola Cordero, hija de un hombre de mar quién le inspiro esa admiración y compromiso con la vida de mar, pues su padre es un Oficial Retirado de la Institución y su hermana una Oficial Naval perteneciente al contingente No.2 de mujeres.

El día que adquirió sobre sus hombros la marca de la antigüedad en el Batallón 

Ese día no fue como cualquiera, porque Edelyne adquirió sobre sus hombros un gran reto. Muy temprano en formación inicio dando parte a sus superiores, formó, saludo a los Cadetes y con muchos nervios continuó como si nada, dando ejemplo de honor lealtad y honestidad, demostrando porque es la Brigadier Mayor del Batallón.

El día siguió y Edyeline recordó con cariño el primer día en que ingreso a la Escuela, en un momento su mente volvió al pasado y su rostro se transformo, acordándose de sus mejores y tristes experiencias. Coma una ola que va y viene entre el pasado y el futuro, se imaginó en un Buque aprendiendo e investigando, ejerciendo su carrera como ingeniera electrónica y destacándose como una excelente futura Oficial.

El momento esperado llegó con la noche, con la brisa cartagenera, con el olor de mar, uno de sus grandes sueños se aproximaba con pasos de gigante. Recibió por parte del Presidente de la República la condecoración oficial como Brigadier del Batallón, asumió su antigüedad con elegancia y pensó para ella: “que hermoso es ser ahora una mujer de mar”, recordando que desde pequeña ya lo era, porque su corazón se enamoro perdidamente de la Armada Nacional.

Edylene es una de esas mujeres que ha marcado y que ha demostrado que las palabras y los actos de las féminas ya no viven en el anonimato, que son frutos de las grandes vivencias dejadas como huellas y legados para el mundo. Las grandes mujeres como ella, se han convertido en ecos que retumban por los lugares de la tierra, convirtiéndose en el inició de importantes labores que las mujeres tienen por desempeñar.

Comunidad servidores del servidor



LAS MUJERES EN LA POLITICA COLOMBIANA

El Partido Liberal, ha jugado un papel significativo y trascendente en la participación de las mujeres en la política colombiana a lo largo de su historia, fue en el seno de esas políticas liberales que por primera vez emergió de su invisibilidad. En una evidente manifestación de reconocimiento a sus constantes requerimientos, el partido dio en sus inicios un tímido respaldo a su lucha. Si bien es cierto que su presencia en la escena nacional ha estado marcada por grandes dificultades, no lo es menos, que su tesón y perseverancia han hecho que sus firmes reclamaciones hayan sido escuchadas, sus constantes impetraciones en la búsqueda para la satisfacción de los sistemas de demandas de interés social, han estado presentes ayer, hoy y presumiblemente también lo estarán mañana, conscientes de que es casi imposible concebir el bienestar social sin la obtención de sus derechos legales y patrimoniales.Pues bien, desde estas iníciales consideraciones,  observaremos su evolución histórica y los diferentes procesos y etapas que surgen a través del tiempo para lograr el reconocimiento de sus derechos, esta necesidad de ser participes de la vida nacional, con claras repercusiones en la vida cotidiana, como un fenómeno social y político que incide en el Estado representativo, es lo que veremos a continuación.
Aún cuando no hay mayores registros sobre el hecho, no debe parecernos extraño, que a mediados del siglo XIX, las mujeres tuvieran cierta injerencia en las reformas del 11 de noviembre de 1853, cuando la constituyente de Vélez en el departamento de Santander, implantó el voto femenino y puso en ejecución su práctica. En esa época, siendo presidente el General Liberal José María Melo, mientras Conservadores y Gólgotas se levantaban contra su dictadura, se reformó la Constitución y en el artículo séptimo se concedió a todos los habitantes de la Provincia, sin distinción de sexos, el derecho al voto. Este hecho, sin precedentes en Latinoamérica y con muy pocos antecedentes en el mundo, marco sin pretender, un hito en el largo camino que para reivindicar sus derechos tendrían las mujeres en Colombia.(...)

24 oct 2011

Mujeres Deportistas De La Historia

La participación de las mujeres en la actividad física y en el deporte ha sido, y todavía es en la actualidad, menor que la de los hombres. Esto no es un hecho casual ni aislado, ya que la participación de la mujer es menor en los ámbitos que tradicionalmente se han considerado públicos como el mundo laboral, político, cultural, etc. y el deporte es uno de ellos.
El acceso de las mujeres al ámbito deportivo ha sido tardío y ha estado lleno de dificultades. Ellas han tenido que ir superando barreras creadas por estereotipos sociales y culturales. Han tenido que luchar contra ideas del tipo: la mujer es inferior a los hombres en las actividades deportivas, posee menor capacidad física, su cuerpo se masculiniza con la práctica de ejercicio, no muestra gran interés hacia la práctica deportiva, existen algunos deportes apropiados para ellas y otros no…
Dificultades y obstáculos que han ido venciendo y que en parte tienen su origen en la propia gestación del deporte moderno. El deporte fue ideado por y para hombres como vía de transmisión de determinados valores y para el desarrollo de sus capacidades físicas. Promueve, sobre todo, valores como la competencia, la fortaleza física, o la agresividad, basadas en capacidades motrices como la fuerza, la potencia o la resistencia.
Bueno, dejando esta pequeña reflexion de lado, pasamos a ver cómo se inició la mujer en el ámbito deportivo, algo nada fácil para las féminas.
Si nos remontamos nada más y nada menos hace tres mil años atrás, hacia el 776 antes de Cristo en la ciudad de Olimpia (Grecia), nos daremos cuenta de que durante mucho tiempo el deporte ha sido un terreno completamente vetado a la mujer. Ya por estos tiempos, se excluía la participación de las mujeres no solo como deportistas sino también como espectadoras. Sólo las mujeres solteras podían asistir a los juegos, y la pena para una mujer casada que observase a los atletas en acción era la muerte, pues los atletas competían desnudos, exhibiendo sus cuerpos como símbolo de perfección y dedicación.
Cuando entramos de lleno en la historia de los Juegos Olímpicos se puede mencionar que estos abrieron las puertas a las féminas en el año 1900. El cambio se hizo evidente y real, a pesar de que su gran estratega, Pierre Coubertin , argumentaba que la presencia de la mujer en un estadio resultaba antiestética, poco interesante e incorrecta.
En 1900, la participación femenina se limitó única y exclusivamente al golf y al tenis en París, Francia. Estos juegos tuvieron el mérito de agrupar un número impresionante de competidores, mil setenta, entre estos seis mujeres. La primera laureada olímpica en tenis fue la señorita Cooper de Inglaterra.
El movimiento deportivo femenino encontró una abanderada, la francesa Alice Melliat, la cual se convierte en la primera mujer en obtener el diploma que hasta la fecha correspondía a remeros de larga distancia. En 1917 Alice Melliat funda la Federación de Sociedades Femeninas de Francia (FFSF) y más tarde el 31 de octubre de 1921, con el apoyo de Estados Unidos, Gran Bretaña, Italia, Checoslovaquia y Francia, organiza la Federación Internacional Deportiva Femenina (FSFI).
La FSFI, al ver que la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) no les escuchaba en el sentido de incluir pruebas femeninas en los Mundiales de Atletismo, organiza los primeros Juegos Mundiales Femeninos en el estadio Pershing de París el 20 de abril de 1922. Gotemburgos, Suecia en 1926 es sede de los segundos JJ.OO. femeninos, evento que empezó a ser visto y seguido por los organizadores y dirigentes de los Juegos Olímpico. La IAAF pretenderá acabar con la organización incluyendo los 100m y 800m, el salto de altura, el lanzamiento de disco y los relevos de 4x1000m, en los Juegos Olímpicos de 1928 en Ámsterdam y firmando un protocolo de acuerdo con la IAAF.

Mujeres y eduacion en el siglo XIX

La enseñanza del siglo XIX, muy influenciada aún por la Iglesia a todos los niveles, sigue contemplando a la mujer en un papel secundario. La Iglesia católica tenía un concepto funcional de la mujer. Obedecía a su papel cohesionador al interior de la familia.
El prototipo más frecuente fue el de perfecta casada, reina del hogar, piadosa, buena madre y buena esposa. Este concepto correspondía a un discurso ideológico sobre lo doméstico, y la Iglesia católica era su más agresivo portavoz.
Por esto, su instrucción en establecimientos educativos, oficiales o preferentemente privados, no estaba dirigida a formar académicas o sabias, sino mujeres piadosas; sabias, eso sí, en manejo de labores domésticas, expertas en trabajo de agujas.
La incorporación de la mujer al sistema educativo, según la Iglesia, era una forma de moldear en principios y valores cristianos al elemento cohesionador de la familia y el hogar. El acceso de la mujer al sistema educativo no buscaba, de ninguna manera, alterar la función social de la misma; buscaba fundamentalmente alfabetizarla y adiestrarla en algunos quehaceres domésticos para el mejor funcionamiento del hogar y de la familia. Su educación, en caso de haberla, debía ir orientada a su misión en la vida. Los textos legales hablan por sí solos, por lo que los usaré preferentemente para ver cual era el tratamiento que recibía la enseñanza femenina.
Empieza el siglo con el trabajo legislativo de las Cortes de Cádiz. Su Comisión de Instrucción Pública emite el 7 de marzo de 1814 un Dictamen y Proyecto de Decreto sobre el arreglo general de la Enseñanza Pública, que se quedó en eso, en proyecto, pues un Golpe de Estado puso fin a la era liberal inaugurada con las Cortes gaditanas y el decreto de 4 de mayo de 1814 declaraba "nulos y de ningún valor ni efecto" tanto la Constitución como todos los decretos promulgados por las Cortes. No obstante merece la pena reseñarlo por ser obra de los hombres ilustrados y de progreso que al principio de la guerra existían, como los denominaría Gil de Zárate a mediados de siglo (2) Su espíritu permanecería largo tiempo en España(...)
http://personal.us.es/alporu/historia/mujer_educacion.htm